Una mirada infinita
Anoche soñé con tus ojos, sólo con tus ojos. Como dos grandes faros inquisidores vigilaban mi sueño, grandes y verdes iluminaban mi cara, abrí los mios, nuestros ojos se encontraron, se miraron, y una lágrima resvaló por mi mejilla, y una lágrima se escapó de tus pupilas, porque tus ojos y los mios saben que no volverán a encontrarse.
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