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Cantos

    Anoche al taparme me dejé el alma fuera, y como tenía frío se fue de paseo, esta mañana cuando me desperté no estaba, y me preocupé bastante, suele dejar una nota cuando pasea por su cuenta. A las 12 apareció borracha, dice que ha encontrado a su gemela, pero no se acuerda de donde vive y se la ha traido a casa. Ahora tengo a mi alma gemela, está sentadita en un rincón, dice que sin su cuerpo se siente triste, si alguno de vosotros es el dueño le espero para que la recoja.

    En la cama me atrapas, me dejas sin respiración, te enredas en mi cuerpo. El mundo se para, mientras dura sólo importa lo que hay dentro de las cuatro paredes del cuarto en el que luchamos por sacar el placer que llevamos dentro. Cuando se termina, cuando se enciende la luz, volvemos a ser dos, durante unos instantes nos convertimos en dos desconocidos, cuando segundos antes éramos sólo uno. Tal vez ahí esté la magia, o tal vez sea que realmente, a pesar de todo, somos en el fondo dos desconocidos.

Mientras te miraba te quedaste pensando un momento.

- En que piensas?

Me preguntaste con ojos curiosos, que ingenuo eres a veces!!!

- En nada.

Te respondí con una sonrisa, tu cara se relajo, seguiste a lo tuyo. En que pensaba? En tus ojos en tu boca, en tus manos, en tu alma, y mientras sigo grabando tu recuerdo en mi piel lees despreocupado una revista, así es la vida. 

Realidad

Realidad

    De tanto intentar evadirme de la realida se me salió por las manos, se fue corriendo, cuanto más se alejaba más se parecían mis sueños a pesadillas. Entonces recordé una frase "cuidado con lo que deseas porque se puede cumplir", y ahora corro detrás de ella, si la encuentras dile que quiero que vuelva, que quiero la realidad conmigo, que mis fantasías me comen y me matan.

Una mirada infinita

Una mirada infinita

    Anoche soñé con tus ojos, sólo con tus ojos. Como dos grandes faros inquisidores vigilaban mi sueño, grandes y verdes iluminaban mi cara, abrí los mios, nuestros ojos se encontraron, se miraron, y una lágrima resvaló por mi mejilla, y una lágrima se escapó de tus pupilas, porque tus ojos y los mios saben que no volverán a encontrarse.

     

Yo

    Me he dado cuenta que he empezado a escribir el blog más deprimente de la historia. Debería empezar por presentarme. Bueno pues voy a ello. Soy una mezcla de muchas cosas, de todo aquello que me gusta, soy una hora perdida mirando a las musarañas, una tarde lluviosa leyendo un libro en el sofa, un día entre cuadros, una mañana de cañas con los amigos, una noche de borrachera, una mañana para pasear por la playa, un cafe de dos horas, una risa perdida entre palabras, una palabra que no se pronuncia, una conversación de horas, una foto borrosa, una canción, las gotas de lluvia corriendo por al cristal de l coche. Es una descripción un poco ambigua, pero así soy yo, y estoy llena de esperanza, de vida de ganas de hacer cosas, aunque muchas veces no llego a hacerlas, y tambien soy lo que escribí en las entradas anteriores, eso es lo que soy cuando estoy triste. Pero hoy no, porque he decidido darme una oportunidad, he decidido sacar lo que escondo, desempolvar la risa.

 

    Uno es lo que siente, y yo hoy siento que la vida me ha guiñado el ojo, me ha susurrado al oido que puedo hacer lo que quiera, me ha ofrecido la posibilidad de seguir hasta donde me lleve. Voy a coger el tren, y no me pienso bajar hasta que llegue a mi destino, aunque no sepa muy bien cual es, un viaje sin destino, un viaje lleno de esperanza. 

Cobardía

Sí, lo reconozco, soy una cobarde. No sé en que momento exacto la cobardía se instaló dentro de mi, se compró una parcela dentro de mi alma, y se acomodó. Allí vive tránquila, y desde dentro me habla; me dice que ha venido para quedarse, que no me podré librar de ella. Se rie de mí a cada instante. No te gusto, me susurra, pero no eres capaz de echarme, y se rie, con una risa sonora, que retumba por todo mi cuerpo. Cada día obtiene una nueva victoria, hace mucho que no me enfrento a mis miedos, a los retos que se me presentan cada día, para qué? Ella siempre gana, lo sabe, y cada día se hace más y más fuerte, atrincherada, sentada comodamente en un sillón me observa, recreandose en mi fracaso por intentar echarla.

Sabes como echarme, me dice burlona, pero no serás capaz, y de nuevo se rie, yo quiero que pare. Asique un día me arme de valor, cogí una cuchilla, me encerré en mi cuarto, y pensé, hoy es el día, hoy tendrás que irte, tendrás que buscar a otra a quien molestar.

Me encerré, apreté la cuchilla contra mi piel, un corte, sangre, no es lo suficientemente profundo, pero ella se siente herida, me mira a los ojos, veo el miedo en su cara, me siento fuerte, la que se rie ahora soy yo, grita que pare, tiene miedo, jódete, yo ya he pasado por eso, ahora soy más fuerte que tú!!!! Entonces llaman a la puerta, me vuelve a mirar, en sus ojos veo esperanza, no, no voy a abrir, pero siguen tocando

- Abre la puerta!!! Estás bien??

- Sí, vete - Respondo de la manera más convincente que encuentro

- No hasta que no me habras.

Abro la puerta, sólo un rendija, lo justo para asomar mi nariz, y noto como se va volviendo a hacer fuerte dentro de mi

Entra

- Que escondes?

-Nada, vete

-Enseñame lo que escondes

Me quita la cuchilla de las manos, el filo tiene un color rojo brillante, mira mi muñeca

-Qué haces? Porqué lo haces?

Me abraza, trata de convencerme de lo estúpido que es lol que iba a hacer, y yo no puedo decir nada, sólo puedo llorar, ella se ha vuelto a acomodar, se rie más fuerte aún y me dice, ves? sabía que no serías capaz.

Lágrimas

Lágrimas

Hay dos formas de llorar, con lágrimas, hacia fuera, esta es la más común, la que todos reconocen, pero no es la peor. También puedes llorar por dentro, no salen lágrimas de tus ojos, pero el sentimiento es el mismo, o peor, puesto que nadie lo ve, lloras sólo para ti. Yo siempre había llorada de esta segunda manera, pocas veces las lágrimas salían de mis ojos. Incluso cuando sonreía por dentro lloraba, y de tanto hacerlo se había convertido en un rasgo más de mi persona. Siempre lloraba por dentro, me costaba diferenciar la felicidad de la tristeza, porque en el fondo la tristeza nunca me abandonaba.  
    Y así está bien, todo el mundo está bien, nadie se daba cuenta, no tienen que intentar consolarte, ni animarte; aparentemente todo es de color de rosa. Pero yo creo que dentro tenemos un depósito para la tristeza, si no lo vacías, si no sacas la mierda que te come por dentro, un día se llena, rebosa, ya no le cabe ni una pizca más de dolor, y empiezas a llorar, tus ojos se convierten en dos grandes surtidores, lloras todo el rato, lloras por todo. Es como abrir la caja de Pandora, y eso es exactamente lo que me ha pasado a mí. 
    Pasas de ser una persona normal, aparentemente feliz, a ser una especie de fantasma, todo el día lo pasas luchando con la tristeza y el dolor, que poco a poco te van comiendo por dentro. Desde fuera lo que los demás ven, es que te has convertido en un estorbo, ya no eres una persona divertida, ahora estás triste, y claro ya no eres su paño de lágrimas, buscas los hombros de esas personas que una y mil veces mojaron el tuyo, pero no los encuentras, de repente te das cuenta de una terrible verdad, estas sola, todas esas personas que llenaban tu vida de ruido eran sólo eso, ruido. Ahora que los necesitas cierran sus puertas, pocos quedan a tu lado, esos que pasaban por tu lado susurrando, algunos ni siquiera los tenías en tu lista de amigos, y se convierten en tus únicos apoyos, estos y alguno de tus amigos, bueno tus únicos amigos, el resto realmente nunca estuvieron allí.
    La soledad se convierte en tu única aliada, ella te arropa, te protege de las miradas curiosas, mientras tus ojos lloran mares de penas, que ya ni siquiera sabes de donde vienen, algunas estaban tan al fondo, tan dentro de ti, que sólo puedes sentir el dolor en tu piel, sin saber siquiera el motivo. Lloras a todas horas, muchas veces sin saber el por qué, y dentro notas que el vacío es cada vez mayor, porque el dolor sale por los ojos, por la boca, pero esto no es un alivio, no, porque ahora te quedas vacía. Siempre habías estado llena de algo, el dolor te había acompañado, ¿y ahora qué? Te preguntas que es mejor si sentir dolor, o no sentir. Te das cuenta que te estas convirtiendo en algo hueco, te asusta sentirte tan vacía, nadie lo entiende, nadie comprende como notas que por dentro cada vez queda menos.  
    El tiempo pasa, el tiempo que lo cura todo, o eso te habían dicho, pero pasan días y meses, y el dolor no desaparece, sólo se convierte en vacío, y tu que habías depositado tus esperanzas en el tiempo, esperabas que fuera tu salvador, que su paso te devolvería a la vida, porque hace tiempo que sientes que no vives, que estas en una especie de pausa, porque la energía y la ilusión se diluyeron entre las aguas saladas, porque todo lo que haces es un esfuerzo, porque tu cuerpo y tu alma te piden que te metas en la cama, que te tapes con tus sábanas y no salgas de tu refugio, porque tienes miedo a todo, y salir a la calle, ir a clase, son retos que superas cada día, porque cada vez que te levantas, y desde el momento que sales del calor de tus sábanas, todo se convierte en una lucha entre tus miedos y tu vida.

Los que aún están, esos santos que no se han ido, aunque tu ya no seas lo que eras, aunque ahora seas un ser gris y triste, que ya no tiene nada que ofrecerles. Ellos te dicen que tienes que superarlo, que con un poco de voluntad lo conseguirás, lo que no saben es que ya ocupas tu voluntad en levantarte, en ducharte, en sonreír de vez en cuando, si supieran cuanto te duele sonreír ahora, si supieran cuanto cuesta ocultar que ya no quedan ganas de vivir.

A veces cuando estás sola, sentada cierras los ojos, y te imaginas una vida distinta, donde tu eres lo que realmente quieres, eres más alta, más guapa, más inteligente, simplemente no eres ese ser inútil que te sientes, y tu vida está llena de ruido, todo a tu alrededor es ruido, y vida, y felicidad, y gente…. Pero abres los ojos y te ves, otra vez caes a la realidad, atrapada en tu propia inutilidad.

Hoy quiero gritar......

Hoy quiero gritar......

Tengo ganas de gritar, de chillar tan fuerte que reviente los tímpanos de todos los que estén a mi alrededor, que se rompan los cristales. Quiero gritar hasta ponerme roja y quedarme sin aire, quiero gritar y no puedo, porque esto es una mierda, porque si lo hago vendrán a preguntar porqué, porque me da la gana, hace falta más motivo? Porque me apetece y punto, porque estoy cansada de todo y de todos, porque hoy se ha despertado algo dentro de mí que hace que lo único que me apetezca ahora mismo sea gritar lo más fuerte que pueda, poner a prueba la capacidad de mis pulmones. Si fuera un bebé podría chillar así sin más, y a nadie le extrañaría, se preocuparían de buscar si me duele algo, si me pusiese a gritar ahora me mandarían callar o me tomarían por loca, y que pasa si me duele el alma? Eso no le importa a nadie, no, si les importara no se dedicarían a pisarme todo el rato, no, si les importara algo de lo que le pasa a la gente de su alrededor no mirarían sólo su ombligo. Y lo peor de todo es que, con toda seguridad yo soy como ellos, soy parte de todo eso que odio, mierda!!!Por eso no me soporto, porque al final soy la misma mierda que todos ellos…. Siempre te crees que tu eres distinto, pero no es verdad, al final te das cuenta que eres un peón más, igual de inútil que el resto, me odio por no ser capaz de romper con todo, de olvidarlo todo, de no ser como ellos, de ser yo misma, pero…..quién soy yo? Llevo tanto tiempo representando este papel que ya no se si queda dentro de mí algo distinto, creo que estoy escondida, encerrada dentro de todo lo que me enseñaron, sepultada por todo lo que se supone que debo ser, tan dentro, tan profundo que no me encuentro a mi misma.

El principio

El principio

Porqué empezar un blog? No sé que es exactamente lo que me ha llevado a empezar, creo que la necesidad de sacar lo que hay dentro de mi, pero de una manera anónima, poder escupir todos esos pensamientos y sentimientos que no me atrevo a decir en voz alta. Tal vez nadie lea este blog, a nadie le interese lo que escribo, pero bueno si hay alguien que quiera leer lo que escribo le invito a entrar hasta la cocina.